- Primer Obispo: Mons. Dr. Francisco José Castro Ramírez.
Poco se sabe de su origen y de su familia, “nació el 4 de octubre de 1901, en la Ciudad de San Salvador. Sus estudios eclesiásticos los realizó: de 1915 a 1919, en el Seminario y Universidad de COMILLAS, Santander (España). Luego de 1919 a 1926, estudió Filosofía, Teología y Derecho Canónico, en la Pontificia Universidad Gregoriana, en Roma, donde obtuvo dos doctorados, uno en Filosofía y otro en Teología”.
Ministerio Presbiteral: “fue ordenado sacerdote, el 19 de diciembre de 1925. Entre sus principales cargos, cabe mencionar: Vicario Capitular, en Sede Vacante, en San Salvador, en el año de 1938; Canónigo Teologal y después DEAN del Cabildo Metropolitano, Prelado Doméstico de Su Santidad, y primer Párroco, de la Parroquia San Francisco, en San Salvador. Además, fue uno de los miembros fundadores de la Revista Interdiocesana, de la que fungió como director nacional, en 1941. Por su destacada sensibilidad y paternal actitud con el Clero, fue nombrado director nacional de la “Unión misional del Clero”; se destacó entre los primeros sacerdotes, que se dirigió al pueblo salvadoreño, en un “Radio mensaje”, y por ser uno de los eclesiásticos más cultos de su tiempo, fue nombrado Académico de Número, de la “Academia salvadoreña de la Lengua”, el 22 de abril de 1945. Su ejercicio ministerial, en la Arquidiócesis de San Salvador, fue muy fecundo; por su idoneidad y virtudes, le valió ser uno de los sacerdotes de confianza, de Monseñor Luis Chávez y González”.
Ministerio Episcopal: “su Nombramiento como primer Obispo de la Diócesis de Santiago de María, tuvo lugar, el 15 de noviembre de 1956. Ordenado Obispo el 27 de enero de 1957. Tomó posesión de la Diócesis, el 10 de febrero de 1957. Falleció el 28 de mayo de 1974. Entre sus méritos, cabe mencionar, haber sido el obispo “Fundador de la nueva Diócesis”, haber escrito más de veinte cartas pastorales, en las que abordó temas sobre la vivienda urbana, sobre los derechos y deberes políticos, la educación católica, comunicaciones sociales y otros temas no menos importantes en el ámbito socio-religioso. Monseñor Romero, que le tuvo alta estima, dijo de él, en el primer aniversario de su muerte: “Monseñor Francisco José Castro y Ramírez: Una herencia, una lección, una esperanza”; tres palabras constitutivas, que la Diócesis de Santiago de María, ha integrado en su labor pastoral”
2. Segundo Obispo: San Oscar Arnulfo Romero Galdámez.
El segundo Obispo de la diócesis de Santiago de María “nació el 15 de agosto de 1917 en Ciudad Barrios, hijo de Santos Romero y Guadalupe de Jesús Galdámez. En 1930 entró al Seminario menor de San Miguel, dirigido por los padres Claretianos; por su capacidad académica fue enviado a estudiar a Roma, en donde recibió la ordenación sacerdotal el 4 de abril, de 1942, al año siguiente por la crítica situación que se vivía en Europa, debido a la segunda guerra mundial, regresa a El Salvador, ejerciendo su ministerio sacerdotal, en la Diócesis de San Miguel, de la que es llevado en 1967 para San Salvador, como Secretario de la Conferencia Episcopal, cargo que desempeñó hasta 1974. Siendo secretario de la CEDES, fue ordenado obispo, el 21 de junio de 1970, quedando como obispo auxiliar de San Salvador, hasta 1974.
El 14 de diciembre de 1974, tomó posesión como obispo residencial de la Diócesis de Santiago de María, esta labor episcopal la desempeñó hasta febrero de 1977. En este tiempo, Monseñor Romero, se aplicó como obispo, manteniendo en la medida de lo posible una fraternal relación con su clero, impulsó el Seminario, para aumentar el número de sacerdotes, mejoró la dimensión litúrgica, impulsó la labor social, en toda la Diócesis, también impulsó las Comunidades de Base, así como a los distintos Grupos y Movimientos eclesiales. Además, cabe mencionar, que estando en Santiago de María, el 21 de junio de 1975, se produjo la masacre de Tres Calles, hecho que le impactó, y que de alguna manera influirá en su nueva labor episcopal. El 22 febrero, tomó posesión como Arzobispo de San Salvador. Fue martirizado el 24 de marzo de 1980, mientras ejercía la labor más sublime de un sacerdote: la celebración de la Eucaristía”. Beatificado el 23 de mayo de 2015 en San Salvador y Canonizado el 14 de octubre de 2018 en Ciudad del Vaticano, Roma, siendo el primer santo del pueblo salvadoreño.
3. Tercer Obispo: Mons. Dr. Jerónimo Arturo Rivera Damas, S.D.B.
Nació el 30 de septiembre de 1923, en San Esteban Catarina, departamento de San Vicente, hijo de Joaquín Rivera y Ester Damas de Rivera. Sus estudios: Comenzó su preparación sacerdotal con los Padres Salesianos, obteniendo su Ordenación sacerdotal, el 19 de septiembre de 1953, posterior a su ordenación fue enviado a Turín, Italia, para estudiar Derecho Canónico, obteniendo su doctorado en el Pontificio Ateneo Salesiano. Nombrado obispo Auxiliar de San Salvador, el 30 de Julio de 1960 y ordenado el 23 de octubre del mismo año. Fue obispo auxiliar de Monseñor Chávez y González por 16 años. Luego el 26 de septiembre de 1977, fue nombrado obispo Diocesano de Santiago de María. A la muerte de Monseñor Romero, fue nombrado Administrador Apostólico de San Salvador, el 4 de abril de 1980, cargo que mantuvo por casi tres años, pues el 28 de febrero de 1983, lo nombraron Arzobispo Metropolitano de San Salvador, donde ejerció su labor episcopal, hasta su fallecimiento, el 26 de noviembre de 1994. Siendo obispo Auxiliar, participó junto a Monseñor Luis Chávez y González, del Concilio Vaticano II, y de la Segunda Conferencia del CELAM, celebrada en Medellín, Colombia, el 26 de septiembre de 1977.
Como obispo de Santiago de María, fortaleció la Estructura organizativa de la Diócesis, y llevó a cabo una importante animación pastoral en las distintas parroquias, grupos y movimientos, así como en el trabajo vocacional. En sus años de arzobispo, vivió lo más cruento de la Guerra civil, lo que le llevó a hacer una apuesta por la paz de nuestro País, y con una acción decidida, hizo su primer llamado al diálogo a las partes en conflicto, pues estaba convencido que la única salida para la paz era dialogar, y en efecto tuvo razón, pues la historia lo ha confirmado, ya que, gracias a su llamado, se inició el proceso de paz. Monseñor Rivera, fue el incansable apóstol de la paz, mérito que aún no se le ha reconocido, como se le debería de reconocer. El Papa Juan Pablo II, en su visita a El Salvador, en 1996, dijo que Monseñor Rivera: “entró en la eternidad después de haber visto despuntar en el horizonte, la paz por la que él, junto a los demás Obispos de El Salvador, había trabajado incansablemente”. Fue un preclaro defensor de los Derechos Humanos”.
4. Cuarto Obispo: Mons. Rodrigo Orlando Cabrera Cuellar.
Tiene el episcopado más longevo en la historia diocesana “nació el 14 de marzo de 1938, en Teotepeque, Departamento de La Libertad, hijo de Tomás Telmo Cabrera y María Anselma Cuellar de Cabrera. Sus primeros años de estudio sacerdotal, los realizó en el Seminario Mayor, “San José de la Montaña”, en San Salvador; luego los prosiguió en Santiago de Chile y Buenos Aires, Argentina, concluyendo su formación académica sacerdotal en 1961.
Fue Ordenado Sacerdote, por Monseñor Francisco José Castro y Ramírez, el 6 de enero de 1962 en Santiago de María. Su trayectoria en cargos desempeñados como sacerdote: Vicario Cooperador en la Parroquia San Martín de Porres, como Párroco, ha ejercido en las parroquias de Alegría, Ciudad Barrios, Santa Catarina, Jucuapa, Santiago de María y San Martín de Porres; además Rector del Seminario Menor “Santiago Apóstol, director-editor del semanario “El Apóstol” y Vicario General de la Diócesis. Fue nombrado Obispo Diocesano de Santiago de María, el 23 de diciembre de 1983. Ordenado Obispo el 11 de febrero de 1984. Entre sus principales logros al frente de esta Iglesia Particular, se destacan: Haber renovado su Clero, de 20 sacerdotes que tenía la Diócesis a su llegada, hoy tiene más de 80, de 19 Parroquias, haber llegado a 40.
También cabe mencionar que, en el proceso de paz, jugó un papel importante en las rondas de diálogo entre la Guerrilla y el Gobierno. Sus méritos han sido muchos, por lo que la Asamblea Legislativa, en un acto de justicia, lo declaró “Hijo Meritísimo de El Salvador”. Su amor a los pobres, que heredó de sus predecesores, ha marcado su Ministerio episcopal, pues siendo presidente de Cáritas, fue destacada su labor, en una serie de proyectos benéficos para los más necesitados. Su caridad pastoral y su paternal actitud con el Clero, le ha valido el respeto y reconocimiento de su Grey diocesana. Monseñor Cabrera, con sus 32 años de obispo, ha sido el que más ha gobernado la Diócesis, en toda su historia.
5. Quinto y actual Obispo: Mons. Willam Ernesto Iraheta Rivera.
Mons. Mons. Willam Ernesto Iraheta Rivera nació en la Ciudad de Jayaque, La Libertad, el 24 de enero de 1962. Fueron sus padres Don Roberto Iraheta Mejía (QDDG), campesino, y doña Cruz Rivera de Iraheta, ama de casa. El tercero de seis hermanos.
De niño fue sencillo, tranquilo y muy meditativo. De pocas palabras y dedicado a sus actividades cotidianas, amigo del deporte. Su ambiente familiar fue bueno y de mucha presencia por parte de los abuelos paternos. Obtuvo el Bachillerato Académico en Matemáticas y CC Físicas, en el año de 1979, internado en el Instituto de la Escuela Protectora de Menores, Francisco Linares, Apopa.
Luego tuvo un tiempo en casa ayudando a sus padres en los trabajos, hasta que en el año 1981 conoce el Seminario Menor San José de la Montaña y hace su ingreso al Introductorio. Terminó el Filosofado en 1983. Realizó los estudios de Profesorado de Educación Media en Matemáticas y CC Físicas obteniendo el título el año de 1987, en la Universidad Salvadoreña Isaac Newton, San salvador. Seguidamente laboró como Profesor de aula en 5º grado Escuela Rural Mixta Cantón El Matasano, de Nueva San Salvador durante 1988. El año siguiente marchó al Instituto Nacional De Jayaque donde trabajó como Profesor y Sub-director entre los años 1989-1994.
En 1995 regresó al Seminario San José de la Montaña, donde completó el Teologado en 1998, año en que el 30 de mayo fue ordenado Diácono en la Parroquia San Roque, San Salvador, y el 27 de diciembre fue ordenado Presbítero por Mons. Fernando Sáenz Lacalle en la parroquia San Cristóbal, Jayaque.
Desde su ordenación fue nombrado Vicario Parroquial en la Parroquia se San Roque, en el Barrio San Jacinto, donde el 7 de octubre del 2001 fue nombrado Párroco, allí mismo trabajó como Director del Centro Escolar La Rosa Blanca, en los años 2001-2002. El 15 de marzo de 2008 fue nombrado Párroco en la Parroquia de San Marcos, donde permaneció hasta el 31 de diciembre del 2015. Miembro suplente de la Comisión Nacional de Alfabetización representando a la Iglesia Católica desde 2011 hasta 31 diciembre 2015. Desde julio del 2009 se desempeñó como Delegado episcopal para la Educación Católica, ha colaborado como Moderador de la Curia Arquidiocesana y como Director de la Vicaría de Promoción Humana.
Fue nombrado Rector del Seminario San José de la Montaña a partir del 1 de enero del 2016, donde permaneció hasta el 28 de febrero del mismo año, ya que el 4 de enero fue nombrado por Su santidad el Papa Francisco como Obispo de Santiago de María, Usulután. Su Ordenación episcopal fue el día 12 de marzo del 2016, donde labora hasta la actualidad.