Con profundo dolor y a la vez con esperanza cristiana, la Iglesia diocesana de Santiago de María se une a la Iglesia Universal en oración por el eterno descanso de Su Santidad el Papa Francisco, quien esta mañana ha sido llamado por el Señor a la Casa del Padre.
El Papa Francisco, peregrino incansable de la esperanza y testigo fiel del Evangelio, ha dejado una huella imborrable en el corazón de la humanidad. Su vida fue una entrega total al servicio de Dios y de la Iglesia, destacándose por su amor a los pobres, su cercanía con los marginados y su incansable llamado a vivir una fe auténtica, sencilla y comprometida con la justicia y la fraternidad.
Como Iglesia diocesana, recordamos con gratitud su cariño por El Salvador, manifestado especialmente al canonizar a nuestro santo, San Óscar Arnulfo Romero, y al beatificar a los mártires Padre Rutilio Grande, Padre Cosme Spessotto, Manuel Solórzano y Nelson Rutilio Lemus. También agradecemos su confianza al nombrar como Cardenal a Mons. Gregorio Rosa Chávez.
Elevamos nuestras plegarias al Dios Uno y Trino por el alma del Papa Francisco, y animamos a todos los fieles de nuestra diócesis a participar activamente en la oración durante esta Octava de Pascua, ofreciendo el Santo Rosario, la visita al Santísimo Sacramento y la Santa Misa por su eterno descanso.
Que el Buen Pastor reciba en su Reino al Pastor Bueno que guió a la Iglesia con ternura, valentía y profunda humildad.
“El Señor lo recompense con la Pascua eterna por todo el bien que ha sembrado entre nosotros.”

Por: Diócesis de Santiago de María